Physical Address
304 North Cardinal St.
Dorchester Center, MA 02124
Physical Address
304 North Cardinal St.
Dorchester Center, MA 02124
No hace tanto tiempo que La Liga estaba en el foco internacional, Madrid y Barça triunfaban en Europa y reunían a los mejores jugadores del mundo.
En los últimos años la competición ha ido perdiendo interés a medida que las estrellas se han ido marchando, el número de espectadores ha ido disminuyendo y el modelo entra en decadencia. Si a esto le unimos las consecuencias de la pandemia tenemos la tormenta perfecta.
La prohibición de público en los estadios no se ha visto traducida en un aumento de los espectadores televisivos sino más bien al contrario. La temporada pasada se perdieron más de 200.000 espectadores, un 6% menos y veníamos de una caída del 13% en la temporada anterior. Esto ha llevado a que cada vez haya menos plataformas interesadas en los derechos de emisión, pues se ha convertido en un negocio deficitario. Movistar y Orange prevén perder durante este año cerca de 500 millones de euros.
Ahora la marcha de Messi ha puesto en evidencia la situación en la que se encuentra la Liga y sus equipos más poderosos.
Económicamente muy tocados, mención aparte merece el Barcelona con una deuda aproximada de 1.173 millones y problemas de liquidez incluso para pagar los sueldos de los jugadores. Pero la situación del resto de equipos no es mucho mejor…
Es habitual escuchar en la calle quejas más que justificadas, sobre lo que cobra un jugador por darle patadas a un balón, mientras que otras profesiones que requieren años de estudio y especialización malviven con sueldos paupérrimos e inseguridad laboral.
Pero la verdad es que estos jugadores top no representan ni por asomo la realidad del común de los futbolistas profesionales y no dejan de ser grandes empresas que generan inmensos ingresos a sus clubes y a sí mismos.
En relación con esto resulta muy clarificador el artículo Este es el impacto de la salida de Messi para el FC Barcelona y LaLiga. Patrocinios y derechos televisivos en el aire«, publicado por Reason Why. En el que vemos recogidos datos tan relevantes como que el 80% de las camisetas vendidas por el Barcelona durante la pasada campaña son del número 10.
En el artículo anterior comenta Carlos Canto, CEO de SPSG Consulting y experto en marketing deportivo, comenta: «Según diferentes estudios, el 6% del turismo generado en la ciudad de Barcelona se generaba a través del FC Barcelona y eso genera el 1,2% del PIB. Evidentemente, si tienes al mejor jugador del mundo, pues hay una mayor propensión de visitar la ciudad”, apunta Canto, quien cree que la marcha de Messi podría tener impacto turístico a corto plazo.
La pérdida de Messi es sobre todo sensible en términos de patrocinio. “Es el caso de licensing, porque a nivel de firmar un acuerdo con algunas flagship stores o alguna área temática, no poder contar con Messi lógicamente tendrá un efectivo negativo. Lo mismo sucede con las academias o campus que el FC Barcelona tiene por el mundo. Si tú tienes un hijo, ahora tienes una grandísima variedad de opciones, pero Messi puede ser un factor decisivo de elección,…”
Esto nos da una idea del enorme impacto a nivel de marca que tienen la marcha de un jugador tan importante como este y por qué cobran lo que cobran estos jugadores.
La pandemia no deja de ser una situación coyuntural que ha ahondado en los problemas ya existentes y precipitado la necesidad de un cambio de modelo que ahora sí parece ya irreversible.
Las nuevas generaciones consumen cada vez menos televisión y el negocio del fútbol sigue anclado en los derechos televisivos como su principal fuente de ingresos. La generación Z busca un contenido más exclusivo y un contacto más directo y profundo con los jugadores y equipos.
Y ahí es dónde a río revuelto algunos han encontrado un filón con mucho camino por delante. Me refiero, especialmente en el caso de España, a Ibai Llanos, que desde su canal de Twitch cada semana rompe los esquemas de toda la prensa deportiva tradicional. Ibai se mueve entre los futbolistas más reconocidos de la Liga como un amigo más, entra en sus casas, va a cenar y habla con ellos como si fuera un colega más. Consigue ese nivel de profundidad y cercanía que, como decía antes, reclaman los jóvenes.
Si el resto de agentes y organismos vinculados al negocio del fútbol no son capaces de evolucionar será muy difícil recuperar el tiempo perdido. Si las acciones con las que pretenden acercar el fútbol a las nuevas generaciones se basan en canciones de reggaetón para amenizar la publicidad de la Liga, mucho me temo que están perdidos.
Es necesario trabajar en los nuevos canales y encontrar formas de hacer atractivo el deporte, más allá de pagar una cuota mensual por ver equipos cada vez más irrelevantes.
O… ¿Quién sabe? Tal vez de esta forma volvamos a esa esencia del fútbol que los abuelos recuerdan, cuando el deporte se disfrutaba en directo en los estadios, o los transistores. Cuando las camisetas y los derechos publicitarios no eran más que unos ingresos anecdóticos.